LA LUNA, EL ÉXITO Y LA FORTUNA

Nuestro satélite no ha servido solo para regocijo de los amantes, poetas y dejar la dura huella de la bota de un astronauta. Su concienzudo análisis, a lo largo del tiempo, nos descubre su influencia en el éxito o fracaso de nuestra material y circunstancial vida. Descubramos a la Luna y sus mensajes ocultos…

Nuestra vida sublunar:

Selene, diosa griega asociada a la Luna, nos viene acompañando desde hace millones de años. Su influencia sobre las mareas, los cultivos, la caza y la pesca, el crecimiento, el tiempo y la natalidad son cada vez más evidentes. El reconocido Dr. Eugen Jonas, psiquiatra checo, llegó a la conclusión que el sexo viene dado por la posición de la Luna en el momento de la concepción, si está en un signo activo o masculino del Zodíaco (Aries, Géminis, Leo, Libra, Sagitario, Acuario) será varón. Por el contrario si se halla en un signo femenino (Tauro, Cáncer, Virgo, Escorpio, Capricornio, Piscis) será hembra.

Independientemente de esto, está totalmente reconocida la influencia lunar sobre el comportamiento de las especies. Si no preguntar a los pescadores cómo se lanzan a la caza de su mayor captura con una Luna especial, o en las siembras, cosechas y trasiego del vino. Ya en tiempos de Aristóteles (384 a.C.) se sabía que las gónadas de los animales marinos comestibles, almejas, erizos, etc. están más llenas con la Luna Llena, para posteriormente saberse que era debido a que la luz lunar activaba el ciclo de fertilidad. Los 29 días lunares son bien conocidos en el Ciclo menstrual de la mujer a tal punto, que existe un método natural para regular dicho Ciclo cuando está alterado. Pero esto será comentario de otro artículo por su importancia, vamos ahora a descubrir cómo la Luna natal nos puede favorecer o no en nuestro éxito y fortuna.

La Luna y el éxito:

Cuatro son las Fases principales de la Luna, la Nueva, la Creciente, la Llena y la Menguante. Todas y cada una acompañan nuestra vida marcando distintos ciclos asociados a la luminosidad que nos remite. En una Carta Astral la Luna, después del Sol, es el cuerpo celeste más importante para descubrir su influencia directa en el individuo en sus hábitos, reacciones y en el comportamiento instintivo. La Luna está asociada con el nacimiento, la maternidad, el estómago y los senos, los fluidos corporales (recordemos que nuestro cuerpo está compuesto de un 75 % de agua) las alteraciones emotivas, las reacciones, la memoria y la imaginación. Se ha comprobado que su posición al nacer con respecto al Sol, está relacionada con la fertilidad femenina. Incluso, una Luna natal mal aspectada o situada, es síntoma de desórdenes mentales.

A lo largo de los años y de miles de estudios he llegado a comprobar que, según la Fase Lunar con la que hemos nacido, el éxito  se hace más fácil y se obtienen mejores resultados al esfuerzo o deseos de la persona. Podríamos determinar que, el éxito o el fracaso, dependen en gran medida del tipo de Luna que tuvimos al nacer.

La Luna está asociada a la popularidad y los cambios, cuanta más luz refleja sobre nosotros más “claro” tendremos y veremos el camino. Aquellos que han nacido con una Luna llena está comprobado que el éxito y la fortuna les llega con más facilidad y seguridad, que a los que han tenido una luna Nueva o Menguante. Más del 95 % de de los casos estudiados, donde la profesión del individuo necesita del apoyo del público para conseguir sus objetivos y lo logran, han nacido con Luna Llena. Por el contrario, es bien sabido por todos, que hay personas a las que se les nota una gran capacidad y preparación para lo que hacen y sin embargo, si para ello necesitan de ese apoyo popular y han nacido con Luna nueva, la fortuna les es esquiva. Interesante es el ver que más del 90 % de los monarcas y reyes de la historia, han nacido con Luna Llena, los que no han tenido esa “suerte” vieron corta su permanencia en el poder o han sido rápidamente olvidados.

En el mundo del Arte es muy característico encontrar estos resultados. Artistas que en vida mostraban sus grandes aptitudes pero que su éxito, no aparecía hasta mucho más allá de su muerte. Mientras que otros, a muy temprana edad y con su Luna Llena natal acompañándoles, gozaban tempranamente de la “mieles del éxito”. Acaso en nuestra vida diaria no conocemos personas que más de una vez nos preguntamos ¿cómo es posible que esté donde está con lo torpe que es?… Ya lo decía el refrán ‘muchos son los llamados y pocos los elegidos’. 

Si bien la Luna Llena aporta esta facilidad, no debemos olvidarnos del resto de las Fases lunares que también tienen su afortunado influjo, mediatizado por nuestros deseos y anhelos. Decíamos que la Luna Llena propicia luz y prosperidad, la Nueva que es la que no vemos en el cielo, ayuda a la introspección y a la labor solitaria. Favorecerá a todos aquellos que realicen una vida de mayor contemplación e incluso espiritualidad. Llegarán a conocer en profundidad las verdaderas realidades de la vida por medio de sus numerosas experiencias. Los nacidos con Luna Creciente se mostrarán más vivaces y gustosos en la realización de nuevas y continuas empresas y metas. La suerte les llegará por el empeño y la debida concentración de sus energías en un asunto determinado. Los nacidos en Luna Menguante estarán más felices y se sentirán realizados en toda actividad que conlleve la ayuda a los demás y se sientan partícipes de nobles acciones.

Cada una de las Fases nos provee del conocimiento de esa “llave lunar” para lograr el éxito. 


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