LOS TRÁNSITOS DE JÚPITER

Cuando tratamos de analizar los tránsitos de Júpiter se debe tener en cuenta también todos sus contactos significativos. Lo más positivo de Júpiter es que tiene probabilidades de realizarse en la vida práctica. Los tránsitos, no muestran la forma específica de la energía sino cómo esta se libera. Esta energía se puede liberar de manera segura y amplia, como también lo podrá hacer de manera extravagante o exagerada. Durante un tránsito de Júpiter, las emociones del nativo cambiarán, como también lo hará el estado de ánimo, se tornarán más alegres, se sentirán eufóricos y con una sensación de estar iluminados. Cuando ciertos tránsitos de Júpiter activen cuadraturas o conjunciones de planetas personales o del Ascendente, sentirán una expansión en la energía física. Según los planetas involucrados, el nativo, percibirá un cambio profundo personal durante el tiempo que se estacione un planeta en tránsito, en relación directa con el Júpiter natal, o que ocurra a la inversa que Júpiter se estacione en un gran aspecto con un planeta natal. Las influencias más poderosas e importantes que recibiremos será cuando un planeta, en tránsito, se estacione con uno de nuestros planetas natales a un grado de esta conjunción. También se da en un estacionamiento casi exacto en una cuadratura u oposición. 

Se considera que un planeta que se estaciona es cinco veces más poderoso que cuando se mueve. Los estacionamientos planetarios son muy importantes, a tal punto que un planeta que se esta moviendo lentamente en el momento del nacimiento y que está cercano al estacionamiento, puede ser, para esta persona, como un mensajero cósmico, sintonizado de manera extraordinaria y poderosa con ella. Es importante además de estudiar los estacionamientos de estos planetas ver la rapidez con la se mueve en ese determinado momento en relación con su habitual velocidad. Al estudiar los tránsitos, es necesario, ver los aspectos sabiendo que, el más poderoso es el de la conjunción, luego encontramos la cuadratura, la oposición y el trígono y por último los de menor dinamismo, que son el sextil, el quincucio y el semisextil. Las oposiciones creadas por Júpiter en tránsito, se manifiestan más frustrantes lo que hace difícil llevar a la práctica el anhelo de mejorar, aunque haya una necesidad de expansión. El nativo se siente bloqueado y no percibe ningún canal para expandir esa energía. Es frecuente que este gran benéfico, Júpiter, prometa más de lo que pueda dar, pero es necesario darse cuenta, también, que este planeta nos ofrece un tiempo de siembra durante el que hay que tener paciencia para poder recoger los frutos. Lo que significa que las visiones futuras no se han de concretar inmediatamente. Se debe tener fe para arriesgar y esperar que surja la oportunidad, además de perseverancia, para esperar los resultados. A medida que este planeta se va poniendo en cuadratura u oposición con respecto al lugar en el que inició su ciclo, que ocurre cada tres años, se irán haciendo ciertos ajustes, por parte del nativo, con respecto a su visión o la forma de manifestarla. Los tránsitos de Júpiter nos dan la oportunidad de ampliar nuestra visión de todo lo que nos ofrezca la casa por donde está transitando o por el planeta con que realice el aspecto en circulación. Después de habernos interaccionado con el mundo, de haber corrido riesgos para internarnos en ámbitos nuevos de la experiencia y habernos esforzado con el fin de mejorar nuestra vida, aparecerá uno de los mayores dones de Júpiter, el entendimiento profundo. No podríamos progresar ampliamente y en todos los aspectos de la vida, sin que por intermedio de la fe, no lleváramos todo tipo de iniciativas. Si bien se podría decir que Júpiter beneficia a los que se arriesgan de manera activa, también la vida beneficia a los que, además, tienen perseverancia, paciencia y discreción. La mayoría de nosotros debemos aprender la lección jupiteriana que nos dice que hay que tener una actitud positiva y una fe en el futuro, aún cuando los resultados tarden en llegar o se presenten mediante un fracaso. Para poder seguir aprendiendo con Júpiter, es necesario, mantener la franqueza y la veracidad. Esta relación con el futuro hace que la impaciencia y el entusiasmo sean los fieles compañeros de los tránsitos de Júpiter. Pueden anticiparse los acontecimientos por término de cuatro a seis meses al instante en que el tránsito sea exacto. Cuando Júpiter forma un exacto aspecto con un planeta natal se producen experiencias muy profundas, permitiéndonos introducirnos en experiencias completamente nuevas, haciéndonos a su vez despertar para aprovechar esas oportunidades.

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