Uno de los enigmas más
antiguos, es la idea del destino cifrado en los sueños. El médico vienés,
Sigmund Freud, ya a principios de este siglo estudio su mecanismo y la
influencia que tenía en el soñante.
Los sueños se valen de un
pequeño e inadvertido suceso acaecido durante nuestra vigilia, o recursos que
se encuentran en nuestro inconsciente, y pueden contener la clave de toda una
vida para los que puedan descifrar las imágenes, que a pesar de ser insólitas,
se manifiestan durante el sueño.
Antes de formar parte de
estudios científicos, los egipcios le daban sentido a los sueños y comprobaban
su veracidad. Además le otorgaban mucha importancia a la relación de los astros
y sus movimientos, con la formación de los sueños, todo lo registraban y
archivaban para que pasara de generación en generación. Los poetas de la
antigüedad consideraron al sueño como el Hermano de la Muerte, como al Hijo de
la Noche y del Infierno Pagano. Homero por su parte, consideró que el origen de
los sueños estaba en el Mar Egeo, donde se encontraba la isla de Lemmos, con su
conocido laberinto.
Por otro lado, Luciano
imaginó una isla en la que habitaban los ensueños y donde el rey era el
mismísimo Sueño. Se decía que al llegar la noche, los sueños vagaban por todas
partes y se metían en cada palacio o choza, invadiendo a cada durmiente con
visiones agradables o pesadillas feroces.
La interpretación de los
sueños para los griegos tenía tanta importancia como los oráculos. En Roma los
augurios de los sueños influenciaron mucho sobre la población. En la actualidad
no hay dudas acerca de la influencia de los astros en el comportamiento del
individuo y en sus sueños. En Oriente, es donde tiene origen la astrología, los
griegos la recibieron de los egipcios y estos de los caldeos. Por su parte los
griegos la transmitieron a los romanos y estos, a todos los pueblos
conquistados, ya en la Edad Media se le agregaron la magia y la alquimia. Por
aquellos tiempos la astrología era considerada una ciencia oculta y prohibida
que solo debía ser usada por aquellos que estuvieran preparados.