Origen
Antiguos documentos
describen a la mandrágora como una planta que: “adormece el primer día y vuelve
loco el segundo”. La Mandragora officinarum o Atropa mandragora es notable por
la influencia que ejerció en Europa durante el medioevo. Los campesinos de
aquellos tiempos le tenían horror porque creían que poseía ciertas
características humanas. En los textos de magia se habla de ella con verdadero
culto. Contribuyeron mucho a la celebridad de esta planta los charlatanes que
vendían su raíz en altísimos precios, gracias a las cualidades que le atribuían
y a las que el vulgo daba completo crédito.
Etimología
La palabra mandrágora es
de origen griego y quiere decir “dañino para el ganado”.
Identificación
Esta planta crece en
bosques sombríos, a la vereda de ríos y arroyos donde la luz del sol no
penetra. Su raíz es gruesa, larga, generalmente dividida en dos o tres
ramificaciones de color blancuzco que se extienden por el suelo; sus hojas son
de un tono verde oscuro; sus flores son blancas, ligeramente teñidas de
púrpura; el fruto es parecido a una manzana pequeña y exhala un olor fétido.