En muchas ocasiones, al
estar en contacto con una persona o entrar a un determinado lugar, seguro han sentido que se encuentras cansados,
molestos, con sensaciones que pueden ir desde la tristeza hasta la ira, un
conjunto de emociones y pensamientos que en conjunto podríamos calificar como
negativos y sombríos.
Todos podemos atravesar
fases como la que acabo de describir pero cuando este tipo de procesos ocurren
de forma repentina, obedecen a algo externo a nosotros, es algo que no es
nuestro. Acabamos de ser “contaminados” por una energía negativa o bien se nos
ha succionado la energía dejándonos exhaustos, en lo que esotéricamente se
conoce como “baja vibración”.
Por otro lado, existe otra
amenaza que no por ser invisible es menos real. Se trata de energías que no
están en este plano físico por lo que no lo tenemos tan fácil. Estas energías
pertenecen a entidades, no siempre benéficas, que están cercanas a nosotros y
pueden afectarnos en distinto grado.