Este planeta representa la
fuerza que esta más allá de lo comprensible para la mente lógica, esta fuerza
está fuera de nuestro control. Como está más allá de las fronteras, la única
manera de entenderlo en su esencia, es sometiéndose a él.
Podremos conocerlo
solo cuando nos fusionamos con él, cuando eliminamos las fronteras. Por eso a
Neptuno se lo asocia con lo místico, con el misterio, con el sentido de
desarrollo espiritual y de inspiración. Representa las ganas de perderse en un
estado de conciencia superior o inferior, tratando de escapar tanto de las
limitaciones materiales, como de las limitaciones de la personalidad y del ego.
Esta tendencia al escape se puede llevar a cabo, ya sea por actividades
autodestructivas o por actividades constructivas. Un individuo neptuniano puede
ser excesivamente compasivo o muy receptivo a sutilezas, también puede ser
evasivo o escapista, o una mezcla de estas condiciones. La influencia de
Neptuno según la posición de casas, los tránsitos o representada por las configuraciones
natales, otorga a menudo sensaciones de confusión, de falta de seguridad, es un
sentimiento de estar vagando en el espacio, esta sensación se desarrolla
particularmente cuando nos resistimos a la desintegración y a la disolución que
resulta inevitable en alguna pauta de nuestra personalidad o de nuestra vida.
Cuando no nos encontramos suficientemente afirmados en el mundo material se
hace más evidente este lado negativo de Neptuno. Podríamos afirmar que si no
nos ponemos de acuerdo con las presiones, realidades y obligaciones de Saturno,
no estaremos bien plantados para poder manejar lo destructivo o lo intenso de
alguno de estos planetas. Debemos tomar de Urano, la libertad y las
intuiciones, y de Neptuno, el idealismo y la inspiración, para poder hacerlos
reales y así bajar ese conocimiento a la tierra. Se provocará una sensación de
descontento y algunos trastornos psicológicos, que causarán una desintegración
de la personalidad, si no se trabaja en esta integración interior, con
honestidad y ligereza.