Mucho se habla en estos días de la antiquísima "ley del karma" y escuchamos la pregunta: ¿Cuál es mi karma, tengo un karma negativo o positivo?. Sin embargo, hay una gran confusión al efecto, ya que el karma es el resultado de la acción, o sea, la ley de causa y efecto. Hay acciones que producen efectos positivos o "buen karma" y otras negativos o "mal karma". La palabra karma no se debe asociar con nada negativo, al contrario, indica un resultado.
En general suele decirse que las cosas buenas resultarán en efectos buenos; no obstante, muchas personas dudan acerca de qué es lo bueno o qué es lo malo y se confunden con preceptos morales, costumbres, religiones, tabúes y otros elementos.
Una regla para conocer tu karma es bien simple; generalmente podemos decir que "bueno” es aquello que cuando se hace no te daña a ti, ni a los demás, ni al ambiente y “malo o negativo” sería aquello que al hacerlo te daña, causa daño a los demás, y también al ambiente. Así de simple, acciones buenas generan karma bueno, acciones dañinas, karma negativo o malo. De ahí la importancia siempre de practicar el bien, no albergar odios ni deseos de venganzas, revanchismos y malos pensamientos, pues todo eso se vuelve contra uno mismo. Según la astrología kármica, cada persona al nacer en determinado signo, trae consigo una lección que le da la vida y que le ayudará a superar cualquier karma negativo que pueda traer, precisamente por haber nacido bajo determinado signo zodiacal.