Debemos tener en cuenta
que Júpiter posee una influencia ennoblecedora. Nos ofrece amplitud mental, que
se manifiesta con una gran capacidad de poseer consideración hacia los otros y
un concepto de conciencia universal. También Júpiter ofrece a la vida anímica
de muchos individuos una influencia muy benéfica. Pero, para desarrollar esta
actitud benéfica, es necesario equilibrar la tendencia entusiasta propia de
Júpiter, con el enfoque más prudente y cauteloso que posee Saturno.
Es necesario que estas
vibraciones benévolas que se desarrollan en nuestro interior y se dirigen hacia
los demás, se materialicen. Se debe equilibrar concientemente ese enfoque
positivo de la vida en hechos que se puedan comprobar. Es muy importante que
este gran potencial personal que ofrece Júpiter se ponga aprueba y se confirme
en hechos reales. Muchas veces escuchamos a alguien manifestar proyectos y
aptitudes que nunca pueden demostrar en la realidad. Es muy importante el
equilibrio de Júpiter con Saturno, ya que éste sirve por así decirlo, como
contrapeso de Júpiter.
Un Saturno débil o ausente
permite una excesiva actividad de Júpiter y provoca en el individuo una
excesiva inclinación al auto agrandamiento que desvaloriza a los demás. Una
mezcla de ideales y fantasías, con aspiraciones muy elevadas que impiden
avanzar en el mundo real, es un problema típico de aquellos individuos que
tienen en su carta natal a Júpiter exaltado, a un destacado Sagitario o un
realce de Piscis. La falta de practicidad es una de las mayores debilidades de
aquellos cuya tendencia jupiteriana no esta en equilibrio con Saturno, también,
en este desequilibrio, Júpiter se torna ineficaz y poco formal.