Esta energía comprendida
en el mandala que es el zodíaco, tiene tres formas de vibrar que se pueden
distinguir muy bien la una de la otra y que forman las cualidades que van a
tener los signos zodiacales, de acuerdo a esa modalidad particular combinada con
cada uno de los cuatro elementos. Así tendremos a Aries (cardinal-fuego), Tauro
(fijo-tierra), Géminis (móvil-aire), Cáncer (cardinal-agua), Leo (fijo-fuego),
Virgo (móvil-tierra), Libra (cardinal-aire), Escorpio (fijo-agua), Sagitario
(móvil-fuego), Capricornio (cardinal-tierra), Acuario (fijo-aire) y Piscis
(móvil-agua).
Energía Cardinal: Es como
un topetazo o eyaculación, tiene la misma fuerza que un disparo. Simboliza la
creación inicial, el impulso a crear y el modo en que realizaremos el comienzo.
Es la energía imprescindible para comenzar algo, sin ella no habría comienzo,
pero a la vez es incapaz de sostenerse por mucho tiempo.
Energía Fija: Es
persistente, sostenida, como la raíz de la planta, sin demasiados cambios, pero
puede establecer un régimen. Simboliza el sostenimiento de lo que ya ha sido
creado, da estabilidad. Es la energía que concreta lo que la cardinal inicia.
Energía Móvil: Es la
energía que es capaz de oscilar y ver ambas posibilidades. Es la más armónica,
ya que tiene la visión de todo, pero no se queda con todo.
Es necesario tener un poco
de cada una de ellas, para poder completar ciclos y concretar objetivos. Ahora
estas tres formas de vibrar de la energía, vibran en cada uno de los cuatro
elementos: Fuego, Tierra, Aire y Agua; y de allí surgen los doce signos
zodiacales.