Este es un conocido
talismán que protege contra la envidia, muy utilizado en todo el ámbito de la
brujería y las ciencias obscuras.
Cuentan los que saben que
en la antigua Cartago existía un mago muy poderoso, llamado Abaún, hijo de
Asdrubal, que había visto al diablo en tres ocasiones y que conocía los
secretos para despistar a la muerte. Los hechiceros menores del reino lo
envidiaban y lo despreciaban, y uno de ellos decidió matarlo. Puso en lo alto
de una casa un cofre lleno de piedras, que debía caer en la cabeza del gran
mago cuando este pasara. Abaún, al pasar por allí, presintió el peligro, y
rezó: