El hecho de que esta
fiesta de Halloween haya llegado hasta nuestros días, en cierta medida es
gracias a la publicidad emitida en el cine, donde las imágenes de niños
correteando por las oscuras calles disfrazados de fantasmas, duendes y
demonios, pidiendo dulces y golosinas, por las casa tranquilas del barrio del
cual pertenecen.
La leyendas de Halloween
dicen que en esta noche la puerta que separaba el mundo de los vivos, del mas
allá, se abre y da paso a los espíritus y difuntos para visitarnos y estar
estar con familias de manera espiritual. En las casas donde hay velas puestas
en recuerdo de sus amados seres ya desaparecidos estos espíritus no molestan,
si no es así entonces el espíritu familiar al no encontrar esa muestra de amor
hacia el, se revela y perturba al vivo haciéndole pasar una noche de
pesadillas, de ahí nació el origen de la calabazas, de introducir una brasa en
su interior, para iluminar el camino a los espíritus que vienen a la tierra esa
noche y así encuentran el camino a la casa de sus familiares y vecinos. Por eso
este día no estaría mal poner una vela a nuestros antepasados, o a familiares
ya fallecidos en su recuerdo, pero eso si, si esta noche nos acostamos temprano
y no podemos vigilas la vela mejor encenderla sobre las ocho de la noche , que
ya esta oscureciendo, y apagarla al acostarse ya que una vela sin vigilancia
puede traer degracias.