La casa donde vivimos
forma parte de nosotros, es donde descansamos, soñamos, amamos y donde nos
sentimos a gusto, entonces los muebles, paredes y demás enseres se llenan de
esa buena vibración, pero si por el contrario sufrimos, lloramos, discutimos…
Igualmente se llenan de malas vibraciones.
Por ello, debes mantener
en ella la paz, la tranquilidad y la armonía.
Sin embargo, la limpieza y
el orden son igual de importantes. Y en este caso, hablamos de vibraciones
negativas. Una casa desordenada y caótica es el reflejo de la mente de la
persona que vive en ella. De una forma regular debemos tirar papeles viejos,
sanear los armarios, tirar todo lo que esté roto y todo lo que ya no nos sirva.