LA MANZANA DEL AMOR:
Esto es magia gitana y
es el hechizo con manzana para el amor.
Primero hay que tener
una manzana roja se corta al medio luego se escribe el nombre de la persona
amada y tu nombre en dos papeles a estos papeles se los moja con un perfume
dulce y se lo unta con miel se ponen los papeles uno contra el otro y se los
mete en la manzana después se ata la manzana con una cinta roja y se lo
entierra cuando la manzana se seca el amor esta Consumado este es un hechizo
gitano que da muy buenos resultados.
HECHIZO PARA MANTENER UN
MATRIMONIO UNIDO:
Encuentre una huella
clara y definida que haya dejado su marido y cuidadosamente coja la tierra o
arena de donde la haya dejado más, si es necesario, plante una flor de
caléndula que, a partir de ese momento, deberá cuidar y nutrir.
Cada vez que florezca
también lo hará el matrimonio.
Este hechizo en
particular proviene de los gitanos asentados en el sudoeste de Inglaterra.
Los del norte de
Inglaterra sostienen que en el tiesto debería agregarse tierra que haya pisado
el conyugue que practica el encantamiento.
HECHIZO PARA BAJAR DE
PESO:
Necesitaras:
Arroz blanco crudo
Un litro de agua potable
Un deposito para el
agua.
Pondrás en el agua la
cantidad de granos segun la cantidad de kilos a perder. Lo dejaras debajo de tu
cama al lado que duermes (no se vale a un lado de la cama) toda la noche. A la
mañana siguiente vas a beber el agua y dejar los granos. A medida que bajes vas
comiendo cada uno de los granos. Si bajaste esta semana un kilo, ese dia comes
uno de los granos de arroz. El agua se renueva todas las noches pero son los
mismos granos de arroz.
PARA QUE EL AMOR SEA
DURADERO:
Consigue un bulbo de
tulipán y plántalo directamente en la tierra o en una maceta. Mientras lo
plantas pronuncia siete veces el nombre de la persona amada. Debes darle a esta
planta todos los cuidados necesarios para que crezca sana y fuerte. Todos los
días acércate al tulipán y di siete veces la siguiente frase:
“Le di mi corazón a mi
amado (nombre del amado), que el de él (o ella)
sea mío también”
Mientras crezca la flor,
crecerá el amor fuerte, intenso y duradero.
PARA MANTENER LA PAREJA
UNIDA:
Encuentre una huella
clara y definida que haya dejado su marido y cuidadosamente coja la tierra o
arena de donde la haya dejado, más si es necesario plante una flor de caléndula
que apartir de ese momento deberá cuidar y nutrir. Cada vez que florezca
también lo hará el matrimonio.
Este hechizo en
particular proviene de los gitanos asentados en el sudoeste de Inglaterra. Los
del norte de Inglaterra sostienen que en el tiesto debería agregarse tierra que
haya pisado el conyugue que practica el encantamiento.
RECETAS CONTRA LA MALA
SUERTE:
Existen antiguas creencias
gitanas que se han extendido por el mundo y se relacionan con prácticas
supersticiosas para alejar la mala suerte. Algunas de las precauciones que hay
que tomar para no quebrar la buena racha son:
1) Desechar toda
cacerola, vaso o taza que esté rajado o golpeado.
2) Escupir el suelo
cuando se recibe una mala noticia o para alejar un daño.
3) Tocar madera para
evitar un peligro.
4) Taparse la boca al
bostezar (para que no entre el diablo o las maldiciones por la boca abierta).
5) Cruzar los dedos
detrás de la espalda ante una persona nefasta.
6) Poner la escoba al
revés detrás de la puerta para alejar la envidia y a los envidiosos.
AMULETOS COMUNES:
La mayoría de los
gitanos suelen portar anillos, pulseras y hasta dientes de oro. Ese metal es
considerado un talismán infalible para atraer la buena fortuna. Su vestimenta
también es notablemente colorida y suelen colocarse las mujeres pañuelos con
monedas, pues todo objeto que brille, aunque no sea de oro, es también de buen
augurio. Veamos una lista de algunos gitanos:
Las herraduras: por lo
general se lleva un dije en forma de herradura cuando se practican juegos de
azar.
Las cintas de colores:
convenientemente trenzadas, mientras se las va entrelazando hay que murmurar
aquel pedido que se desea obtener en lo económico. Luego, se ata la trenza en
el cabello y solo se retira cuando el deseo se cumple.
La bolsita “putsi”: se
confecciona una bolsita de color rojo y se le colocan semillas, monedas, un
diente de ajo y un anillo preferentemente de oro. Se cierra y se lleva oculta
bajo la ropa.
Piedras de la suerte: el
poder de las diferentes gemas es utilizado para atraer prosperidad, amor,
salud, etc. En el caso de la buena fortuna, se suele utilizar el cuarzo
cristalino pues es el más indicado para ese fin.
ORACIÓN A LA POMPA GIRA:
Esta oracion es mas bien
una invocacion y se debe realizar con mucho cuidado y respeto a la entidad que
se invoca.
Para realizar la
invocacion de deberas encontrar una vela que sea mitad roja mitad negra.
Encedemos la vela y recitamos la siguiente oracion:
“PODEROSA SEÑORA DE LAS
ENCRUCIJADAS, DAMA DE TODOS LOS CAMINOS, PATRONA DE LAS CALLES Y DE LAS ROSAS
ROJAS. MOZA BENDITA, QUE TU BELLEZA SEA LA BELLEZA DE NUESTROS CAMINOS, QUE TU
FUERZA SEA LA FUERZA QUE ANIQUILA A NUESTROS ENEMIGOS DECLARADOS Y OCULTOS.
POMBA-GIRA, QUE TU ENCANTO SEA EL
ENCANTO DE MIS DESEOS REALIZADOS.
ASÍ SEA”
PARA ENCONTRAR EL AMOR:
Para que la vida nos
sorprenda con el descubrimiento de esa persona capaz de comprometerse
afectivamente en una correspondencia mutua que propicie la concreción de una
pareja estable; el ritual lo debemos hacer durante la faz de la Luna Nueva, ya
que este ciclo colabora con un comienzo lento de la afinidad pero con la fuerza
necesaria para sortear los obstáculos que se presenten, prevaleciendo el
vínculo a pesar de las dificultades; en cambio, si por no consultar el
calendario lunar, lo realizáramos durante una noche de luna llena, estaríamos
corriendo el riesgo de atraer un noviazgo muy apasionado pero de corta
duración. En la primera noche de Luna Nueva hay que encender dos velas rojas
sobre una mesa dispuesta con un mantel, que tenga en su centro un jarrón con
flores; y sobre un costado se colocarán tres copas junto con una botella de
vino fino tinto sin abrir y dos manzanas rojas. Estando todo dispuesto allí, se
deberá tomar un baño caliente con los pétalos de nueve rosas, procurando que el
agua con los mismos recorra toda la piel; perfumar el cuerpo con colonia de
rosas y vestirse con tonos rojos, rosados o en su defecto, colores claros. Es
importante que mientras se avanza en la ceremonia se tenga en mente todo el
tiempo la intención, que debe centrar la atención de quien lo ponga en
práctica, mientras dura la misma. Acercarse a la mesa, descorchar el vino,
servir dos copas a un cuarto de su capacidad, mientras se evoca mentalmente y
se solicita a los espíritus de luz por el encuentro de esa alma con quien
merezca la pena compartir el amor; por que esa persona sea reconocida en
cualquier circunstancia de la vida como tal, y por qué sea posible la verdadera
unión de la sangre y el aliento en un proyecto conjunto de vida a futuro. Se
toman con cada una de las manos una copa, se las hace chocar semejante a un
brindis, y se vuelca el contenido de ambas en la tercera que se encontraba
vacía en la mesa y a la espera; seguidamente se debe beber de dicha copa todo
el vino de una sola vez, sin apoyarla sobre la mesa antes de haberla vaciado.
Este preceptivo debe de hacerse los tres primeros días de Luna Nueva y durante
tres lunaciones consecutivas, completando así un total de nueve días de
sortilegio.
PARA MANTENER VIVA LA
PASIÓN:
Para encender nuevamente
esa llama que por momentos pareciera adormecerse un poco hay que tomar tres
velas rojas, de esas que duran tres días, escribir con un palillo dental en
forma de espiral y recorriendo la circunferencia de las mismas, el nombre y
apellido completo de los dos integrantes de la pareja y seguidamente todos los
deseos en positivo que se quieran obtener a partir de dicha unión culminando el
texto con un “Así sea”.
Untar las velas ya escritas en aceite de rosas
y dejarlas reposando en una canastita de mimbre o junco que tenga en su
interior pétalos de rosas, por el transcurso de tres días; en los que se le
deberá encender cerca de las mismas tres sahumerios (incienso) por día, a fines
de mantenerlas con una vibración energética bien alta. A un costado del cesto
poner un vaso con agua. Encender la primera vela, luego del periodo de
descanso, en una noche de Luna Llena o Cuarto Creciente; una vez finalizada
ésta, encender la segunda y seguidamente la tercera. Arrojar los restos de
vela, sahumerios y pétalos, teniendo la precaución de hacerlo en donde después
y por ninguna causa, podamos volver a tocarlos.
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