El ópalo es un cuarzo
compuesto por un anhídrido silícico hidratado, con una proporción de entre un 3
y un 9% de agua que, por tratarse de una sustancia coloidal, carece de
estructura cristalina, es decir, que constituye un mineral amorfo y sin forma
externa predeterminada.
Por lo general, aparece
en depósitos a baja temperatura en torno a fuentes termales, bajo el aspecto de
incrustaciones mamilares, reniformes o estalactitas en rocas sedimentarias o
eruptivas.
Ópticamente es
monorrefringente (sólo ocasionalmente presenta doble refringencia), de brillo
resinoso o céreo muy particular, que dio origen al término opalescencia;
únicamente la variedad llamada hialita, u ópalo noble, es perfectamente
transparente.
Su color oscila entre el
incoloro, entre las variedades más puras y el marrón oscuro, pasando por tonos
de amarillo, blanco lechoso, amarillo, verde, anaranjado y ocre, en algunos
casos veteado, pero por lo general liso.
Existen diversas
variedades y subespecies, de acuerdo con las inclusiones minerales en el
anhídrido silícico base.
Las más conocidas y
apreciadas en joyería son: ópalo de fuego, originario de México, que como su
nombre lo indica, es de color rojo fuego, con una opalescencia muy especial; el
ópalo noble, blanco-lechoso y transparente, muy buscado en joyería y el ópalo
arlequín, el cual, debido a la presencia de varios minerales en su composición,
adopta un color gris claro como base, con máculas de distintos colores que
recuerdan el traje del célebre personaje.
Los yacimientos más
importantes se encuentran en Australia, México, Checoslovaquia, Alemania y
norte de Inglaterra.
Origen y proyección
histórica: Desde sus primeros contactos con el hombre, el ópalo ha sido una de
las piedras más misteriosas.
Su nombre tiene como
raíz el término latino opalus, derivado a su vez del sánscrito upsala (piedra
hermosa).
Según las leyendas
hindúes registradas por los Vedas, "...el Eterno supo que una mujer
terrena era simultáneamente deseada por tres dioses: Brahma, Sihva y Visnú, por
lo que la transformó en una hermosa nube.
Entonces el primero de
los dioses le concedió el color azul del cielo despejado; el segundo el cálido
rojo de las llamas y el tercero el resplandor cegador del Sol; finalmente, el
Eterno le otorgó la consistencia del upsala".
En su tratado Ad
Lithicum, Plinio define al ópalo con el poético nombre de "...gota de
lluvia aprisionada" y dice de él que "...posee un fuego más dulce que
el carbúnculo (granate) la purpúrea belleza de la amatista y el verdemar de la
esmeralda. En él todas las joyas brillan juntas, en una increíble unión".
Los griegos llamaban al
ópalo pederota, asociándolo con el amor de los niños (paidos eros) y fue la
joya que Marco Antonio regaló a Cleopatra como prenda de su amor.
Energías: Proyectiva,
receptiva.
Planetas: Todos los
planetas.
Elementos: Todos los
elementos.
Deidad: Cupido.
Hierba asociada: Laurel.
Poderes: Proyección
astral, psiquismo, belleza, dinero, suerte, poder.
Tradición mágico-ritual:
Para muchos, es la piedra de la desgracia, el dolor y la mala suerte, sin
embargo, ésta es una idea nueva y no es real.
Una referencia de Sir
Walter Scott en su novela Anne de Gierstein, a la desgracia asociada con el
ópalo, es la causa de esta infundada idea.
Usos mágicos: Contiene
los colores y las cualidades de cualquier otra piedra.
Como tal, puede
"programarse" o cargarse con todo tipo de energía y puede usarse en
conjuros que incluyan todas las necesidades mágicas.
En el pasado se usaba
para crear invisibilidad.
La gema se envolvía en
una hoja fresca de laurel y se llevaba con este propósito.
Por lo general, las
piedras (y hierbas) vinculadas con la invisibilidad, en realidad se usaban para
estimular la proyección astral, y el ópalo es ideal para ello.
El ópalo se usa durante
la proyección astral, tanto por protección como para facilitar el proceso.
También se usa para
evocar encarnaciones pasadas.
Sosténgalo en sus manos
y obsérvelo.
Mueva su atención de
color en color dentro del ópalo hasta que logre ponerse en contacto con la
mente psíquica.
Una vez que Esto suceda,
intérnese en el pasado.
Muchos aprecian la
piedra, porque desarrolla los poderes psíquicos y muchas veces se usa en
joyería con este propósito, los pendientes son ideales.
También se usan para
hacer aflorar la belleza interior.
Un conjuro para la
belleza: coloque un espejo redondo en el altar o detrás de él, de forma tal que
pueda verse el rostro en él mientras está de rodillas.
Coloque dos velas verdes
a cada lado del espejo; enciéndelas.
Cargue un ópalo con su
necesidad de belleza; mientras sostiene la piedra, observe su propio reflejo.
Con el escalpelo de la
visualización, moldee y forme su rostro (y su cuerpo) con la forma que usted
desea.
Luego, lleve o use el
ópalo y propóngase mejorar su aspecto.
Los ópalos de fuego, se
usan muchas veces para atraer dinero.
Pueden llevarse o
colgarse junto a velas verdes que arden durante la visualización.
Si tiene una empresa
comercial, coloque un ópalo de fuego en el edificio y luego cárguelo para que
sea un imán y atraiga clientes.
Los ópalos negros, son
muy apreciados por los magos y los miembros de la religión Wicca como piedras
de poder.
Muchas veces se usan en
las joyas rituales para aumentar la cantidad de poder que despierta y se libera
del cuerpo durante la magia.
Finalmente, debido a sus
colores centelleantes y a su aspecto único, es una piedra que trae suerte.
Es una de las piedras
irisadas más bonitas que existen.
En ella pueden
encontrarse bellísimos reflejos verdosos, rojizos, anaranjados y azulados, que
son los más frecuentes.
Existen múltiples
variedades de esta gema, pero en la joyería actual solamente se utilizan el
ópalo noble oriental flameado, el ópalo opaco y el ópalo de fuego o mexicano.
A la vez, estas tres
variantes son las que más prestigio poseen como amuletos entre los
especialistas, y pueden ser utilizadas indistintamente en las etapas depresivas
de la vida.
El ópalo simboliza el
reconocimiento de los propios valores y la confianza en uno mismo y en el
mundo.
En la antigüedad conoció
una enorme difusión, pues se le atribuían poderes tan mágicos que en muchos textos
antiguos figura mencionado como «la piedra de lo incurable».
Se creía que remediaba
las cataratas y otras graves afecciones oculares, que protegía de la peste
durante las epidemias, que podía llegar a salvar la vida de una persona mordida
por una serpiente venenosa y que preservaba de la lepra.
Se la utilizaba como amuleto
en los momentos de indecisión o confusión, pues ayuda a esclarecer las cosas.
Se le asigna capacidad
para fortalecer el funcionamiento cardíaco y para asegurar sueños profundos y
tranquilos.
Resulta particularmente
beneficioso para los nativos de Géminis, pero su influencia también es buena
para los nacidos bajo el signo de Acuario.
Acción Psíquica: Su
vibración opera sobre la esfera anímica del individuo; personas que por exceso
de tensión en su trabajo, mujeres que hayan soportado largos sufrimientos de
orden moral; los que siempre fueron el pilar principal en el sostén de
situaciones difíciles y una vez que éstas hubieran pasado, decaen
interiormente, pudiendo entrar en estados de melancolía, depresión o desánimo
que deben corregirse a tiempo, para lo cual éste es su gran remedio ya que la
intensidad de su energía se centra en el plano emocional, logrando de esta
forma estimular al decaído.
Se lo suele calificar
también como el remedio para aquellas personas que se ocupan más de los que
tienen a su alrededor que de sí mismas.
Acción Emotiva: En la
esfera emocional es donde tal vez manifieste la intensidad de su espectro
electromagnético, facilitando una apertura a estados de melancolía, desánimo,
indiferencia o atonía, aportando por medio de la claridad y el buen manejo
emocional la capacidad de ayudarnos a nosotros mismos, centrándonos en el
presente, permitiendo una plenitud psico-emocional y un volver a tomar contacto
con nuestro verdadero yo interior, independientemente de los afectos y deberes que
tengamos para con las otras personas de nuestro entorno, familiar, social o
laboral.
Acción Energética: A
quienes buscan el equilibrio de sus centros energéticos, y requieren la
fortaleza de voluntad necesaria para aceptar la verdad más profunda de quién
realmente se es.
Afín a los centros del
corazón y sacro, no es aconsejable en momentos de excesiva sensibilidad o
excitación muy marcada.
Su efecto es la unión.
Incompatibilidad: Amatista,
Esmeralda, Granate, Jade, Lapislázuli, Rubí, Zafiro.
OJO:”cualquier trabajo especializado que requieras por favor ponte en contacto conmigo te lo haré llegar a cualquier parte donde te encuentres en México, todo el trabajo es probado y certificado!!! o si gustas una lectura u otro de mis servicios esotéricos por medio cibernético que sea el contacto vía e-mail marygitana@hotmail.com o skype luzgitana79 para México y cualquier otro país de habla hispana!!!, las formas de pago son a tratar... Gracias!!!...
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