Blavatsky hace las
siguientes analogías en su libro La Doctrina Secreta:
Así como buddhi es el
vehículo de atma, kama es el vehículo de manas, el cuerpo astral es el vehículo
de prana y el cuerpo físico es el vehículo de los demás principios (mientras está
con vida). También el globo A es el vehículo del globo G, el globo B es el
vehículo del globo F, el globo C es el vehículo del globo E, y el globo D es el
vehículo del los demás globos.
Al igual que el hombre:
las cadenas nacen, crecen, se desarrollan, envejecen, mueren y reencarnan.
Al final de la vida de una
cadena, cada uno de sus globos va a proyectar su energía al espacio colindante
para engendrar una nueva cadena que será su progenie.