El versículo de Génesis
1:27
- “Y creó Dios al hombre a
su imagen, a imagen de Dios lo creó”
es más que una simple
alegoría. Expresa un gran misterio esotérico bajo el principio de “cómo es
arriba, es abajo”.
La creación está compuesta
de una estructura septenaria que se refleja tanto a nivel macrocósmico, como a
nivel microcósmico.
Para los que no lo sepan,
el Sistema Solar es una Entidad Cósmica dotada de vida y de una Conciencia que
sobrepasa nuestro entendimiento. Ese “Ser” que esotéricamente llamamos Logos
Solar, es lo equivalente para nosotros a Dios. Si bien sabemos que hay “Seres
Cósmicos” aun más superiores. La manera como se organiza la Conciencia y la
Energía en planos superiores al Sistema Solar está fuera del alcance de nuestra
comprensión.
Para facilitar la
comprensión, vamos a comparar a partir del hombre.
Al igual que el hombre nace, crece, se desarrolla,
envejece y muere. También el Logos Solar va a nacer, crecer, desarrollarse,
envejecer y morir. La astronomía lo ha comprobado observando a otras estrellas.
Al Igual que el hombre, también reencarna.
Al igual que el hombre esta formado de
siete principios (envolturas de conciencia o "cuerpos"), También el
Logos Solar esta formado de siete principios (estados de conciencia divina o
planos).
Como vemos, los planos en donde se
desenvuelven los principios del hombre, son apenas el “cuerpo físico” del Logos
Solar. Para que un humano acceda a planos superiores del Sistema Solar, se
requiere mínimo que sea un Adepto.
Cada principio del hombre, se relaciona con
un principio del Logos Solar. Atma (el Espíritu o la Conciencia Divina)
envolviendo a todos los demás principios, tanto a nivel macrocósmico del Logos
Solar, como a nivel microcósmico del Ser humano.
Los dos están compuestos por un cuaternario
inferior mortal, ya que todo lo que manifiesta una forma es temporal, y al
final será destruido. Y de una triada superior imperecedera.
Al igual que el cuerpo del hombre está
compuesto de una infinidad de micro-organismos, cada uno con una función
específica. También el “cuerpo” del Logos Solar está compuesto por una
infinidad de entidades, cada una con una evolución y función específica,
formando las Jerarquías (entre ellas estamos nosotros humanos).
Al igual que el Sol al principio eran gases
dispersos que se fueron juntando hasta formar una bola que entonces se prendió
y comenzó a brillar. También el hombre al principio es una conciencia difusa
que se va a ir centrando en si misma hasta formar una Individualidad, que una
vez activado sus poderes (chakras, kundalini, etc.) se volverá un Hombre
cósmicamente desarrollado (un Maestro) que irradiará hacia los demás.
El libro La Respuesta del
Ángel dice:
Cada órgano de tu cuerpo
es la imagen de una fuerza
del Universo,
Y es de ella que recibe su
fuerza.
El latido del corazón del
Universo
es uno con el latido de tu
corazón.
…
EL CUERPO ES EN PEQUEÑO LA
IMAGEN DEL INFINITO. (C24 Lili)
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