La luna es una fuente de
energía mística. En esta fase la luna tiene su poder máximo. Está llena de luz
y brilla en el cielo hasta el punto que se puede ver perfectamente el paisaje.
Al igual que ella, las personas nos encontramos literalmente “henchidas”, tanto
de energías positivas como de energías nocivas. Por esta razón es conveniente
hacer trabajos mágicos que nos ayuden a liberar esa presión contenida. No en
vano en esta fase lunar se cometen más delitos y los animales andan inquietos.
Es probable que en esta
etapa uno se pueda sentir “desbordado”. Las emociones están a flor de piel. Los
brujos sabemos que las emociones están regidas por el elemento Agua y al igual
que la luna tiene un efecto directo sobre las mareas, igualmente sobre nosotros
tiene un poder similar, haciéndonos sentir más susceptibles. Es época donde se
favorece el estado de vigilia así que es fácil tener insomnio. Es bueno, para
paliar estos efectos, tener más actividad física y hacer trabajos creativos
donde se canalizarán muy bien nuestras energías y habilidades.