Desde el punto de vista de
la Astrología, nuestra vida está regida por un signo solar que es el núcleo de
nuestra identidad; en base a este signo y otras consideraciones que constan en
nuestra Carta Natal, la Astrología puede darnos pistas sobre nuestro accionar
diario. Pero la influencia de los astros no se limita al signo de nuestro
nacimiento sino que tenemos también un "ascendente" que ocupa un
lugar bien profundo aunque quizás no tan consciente y reconocible como el sol.
Suele decirse que "el
sol nos hace reconocibles, el ascendente únicos". Es que el ascendente
marca nuestra especial trama energética junto con el sol, la luna y los demás
componentes de la carta. Generalmente no somos muy conscientes acerca de la
naturaleza energética de nuestro ascendente, en cambio somos totalmente
objetivos para reconocernos las características del sol.
El signo del ascendente es
la expresión de nuestra personalidad; la mayoría de la gente conoce bajo qué
signo del Zodíaco ha nacido, pero ignora el factor individual más importante,
que es el Ascendente. El Ascendente es el signo del Zodiaco que se levanta por
el horizonte en el momento exacto de un nacimiento, por eso es tan importante
conocer la hora y minutos en que llegamos al mundo, para el cálculo de la carta
natal. El Ascendente es importante porque señala las conductas aprendidas y la
imagen que proyectamos; es decir, nuestra personalidad vista por los demás.