Ser un mago o bruja wicca,
es, antes que nada, adorar a la gran Diosa y a su compañero, el Dios con
cuernos, y seguir la filosofía, ética, y prácticas de la Antigua Religión.
Originalmente enraizada en
el paganismo, la wicca existe desde mucho antes del cristianismo y de la
iglesia.