Los registros akáshicos
(de akasha, en sánscrito: cielo, espacio, éter) es una especie de memoria de
todo lo que ha acontecido desde el inicio de los tiempos que estaría registrada
en el éter. Es en ese registro se
almacenaría todo lo que ha acontecido desde el inicio de los tiempos y todos
los conocimientos del universo.
Todo el Universo está
integrado por energía que vibra en
diferentes frecuencias y dimensiones. Estas dimensiones están configuradas por
espacios infinitos donde existen mundos de otros niveles sutiles. Estos se
llaman Tattwas y son los cinco elementos a través de los cuales se distribuye
la Energía Planetaria: Tierra, Agua, Aire, Fuego y Akasha. En tal sentido, el único vehículo humano para alcanzar todos
los niveles de frecuencias es el Alma, que es a su vez vehículo del Espíritu.