En la actualidad la gente
imagina los ángeles como lindos seres llenos de amor, enviados por Dios para
ayudar, proteger y guiar a los humanos.
Cierto el ángel es un ser
de amor, pero ante todo es un ser de
¡PODER!
Esto se debe porque la
Jerarquía angelical es la poseedora del Fuego Sagrado (el “Poder de Dios”), es
la que va surtir y manejar la energía de la Creación. Por lo tanto los ángeles
son seres que pueden proyectar una cantidad increíble de energía. Cuando ellos
hacen contacto con nosotros atenúan sus fuerzas lo más que pueden para no
lastimarnos con su intensidad. Pero cuando se colabora directamente con ellos
para hacer manejos de energía, se requiere ser un mago experimentado, sino se
arriesga de ser destruido.