La lectura de la bola de
cristal es un método de clarividencia muy popular y altamente eficaz desde el
antiguo Egipcio.
Se dice que para evocar el
cristal hacen falta poderes de videncia reales, ya que dentro del cristal no
pasa nada; la bola de cristal es solo un medio para los clarividentes. La
persona entrenada puede ver colores, imágenes fugitivas o nebulosas, símbolos o
velos. Se produce una abstracción del tiempo, lo que se ve en el cristal puede
haber sucedido en el pasado, presente o futuro; casi siempre se ve las cosas en
tamaño natural.
Para aprender a leer la
bola de cristal hay que armarse con paciencia y tenacidad. Pueden pasar semanas
hasta que aparezcan las primeras imágenes. Aquí algunos consejos:
La habitación donde se
practica la videncia debe ser débilmente iluminada con luz natural o artificial
o con una vela de manera que la luz viene desde detrás del vidente. La habitación
debe estar templada y silenciosa. La bola debe ser de un tamaño de por lo menos
5 cm, totalmente limpia y posicionada sobre una tela negra para no tener
reflejos. Se puede magnetizar pasando las manos por encima de la bola. El propietario
es el único que la puede tocar.
El vidente empieza a mirar
fijamente en el interior de la bola; quedando pasivo y concentrado sin llegar a
sentir cansancio. Hay que tener mucha paciencia. Según la sensibilidad del
vidente aparecerá primero una especie de nubes de colores o velos ondulantes.
Con el tiempo aparecen figuras, personas u objetos confusos. En este momento no
se debe forzar la visión y esperar hasta que aparecen imágenes más claras.