Aquí te comparto un
pensamiento de ISHA respecto a reconocer nuestras
emociones para aceptarnos y aceptar al otro:
“Las emociones son una
parte natural de la vida humana. En la mayoría de los casos a nosotros se nos
ha enseñado que ciertas emociones son “malas” o inadecuadas: tal vez se nos
dijo que no lloráramos, o que nunca nos enojáramos. Pero, al negar estos sentimientos,
no los eliminamos. Cuando se ignora una emoción, se estanca dentro de nosotros,
desarrollando y contribuyendo a una carga acumulada de emociones reprimidas.
Con el tiempo, estas
emociones se distorsionan: la ira se convierte en odio o en resentimiento,
eventualmente explotando en ataques de rabia y violencia; la tristeza se
convierte en depresión. Si miramos a los niños ellos nos muestran lo natural
que son las emociones. Los niños se enfadan y se entristecen espontánea y
fácilmente, y a la vez, tienen una habilidad innata para encontrar alegría y
diversión en todo. Esto sucede porque no niegan ningún aspecto de su gama de
emociones. Abrazan todos sus matices, sin juicios, como partes naturales de la
experiencia humana. Como resultado, cuando la ira llega, es intensa, pero de
corta duración: cinco minutos más tarde, se han olvidado completamente que
estaban enojados, absortos en la emoción de un nuevo momento.