El individuo comienza el
extenso trayecto por el camino de la magia, cuando, en alguna parte de la mente
se enciende el mandamiento genético.
Se deberá abrir una puerta
tras otra, mientras se avanza por los senderos de un gran laberinto. Detrás de
cada una de esas puertas se encontrará una extensión de luces y sombras.
Entramos en la propiedad
del diablo, cuando abrimos la puerta de la magia negra.
En este territorio pueden
verse hombres y mujeres festejando aquelarres en medio de la noche en lejanos
cementerios y observar a la cabra sabática levitando sobre un altar flamíngeo.
Al Demonio pertenece todo lo que sucede en este reino.
También y por suerte a lo
largo de este recorrido se pueden abrir otras puertas, que nos conducen a la
sabiduría. Una de ellas es la que nos permite llegar a la magia blanca. A
traspasarla, el novato comprenderá que usando técnicas parecidas a la magia
negra, se conseguirá poner en funcionamiento fuerzas que se orientan hacia
metas superiores.
En este camino el novato
también abrirá las puertas de que lo pondrán en contacto con otra variante de
la magia, como la magia gris y la magia llamada informal que incluye toda un
área de cábalas y artificios. En esta última magia, a diferencia de las otras,
se deja de lado todos los temas relacionados con la tradición, pero es tan
efectiva como la blanca o la negra. La magia informal no requiere la
utilización de elementos como alfileres, cuchillas, sogas, varillas, ni exige
el cumplimiento de pasos laboriosos, establecidos en reglas precisas.
Además utiliza hierbas,
ceras, incienso, etc., elementos que pueden conseguirse fácilmente.
El iniciado debe caminar
por el sendero que se determina en cada puerta que se abre. Por otra parte los
que practican las formas más estrictas de la magia negra y blanca, consideran
que, los que ejecutan otro tipo de magia pueden ser los creadores de intencionados
desastres o catástrofes, por realizar conjuros de modo improvisado.
Lo cierto es que, esta
afirmación no esta dirigida solamente a los que se apegan a las reglas, sino
también a los otros, que se apegan a ellas y realizan los hechizos siguiendo todos
sus pasos, ya que la efectividad de ese hechizo está determinada por el propio
mago.
El ser total, el corazón,
la experiencia, la sensibilidad del mago es la que se expresa a la hora de
ejecutar sus conocimientos.
Decir que una magia es
superior a otra, no tiene ningún fundamento real, ya que dependerá más del
nivel logrado por el ejecutor de la magia, que por la técnica misma que se
utilice. Ese gran laberinto, que deberán recorrer los novatos, seguirá ahí, y
estos deberán caminarlo, transitarán por lugares desconocidos, atravesarán
puertas que no se volverán a abrir, y en él no se distingue el final.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario