Detrás de esta planta de poderoso olor se esconde toda una serie de reminiscencias mágicas y rituales que ha otorgado a la ruda aires de esoterismo clandestino. Muchos la siguen considerando prohibida por los efectos nocivos que conllevaría una ingestión superior a la recomendada. La mitificación de esta hierba se fundamenta en sus propiedades, unas buenas para el organismo y otras peligrosas e incluso mortales.
Características y cultivo
La zona de Europa
Meridional es pionera en albergar en su tierra a la ruda. Su extensión de
manera espontánea se ha visto favorecida por el clima templado y cálido dentro
del hemisferio norte.
El nombre científico es
Ruta graveolens, es perenne y pertenece a la familia de las rutáceas. Se la
considera como una planta vivaz que va adquiriendo un aspecto leñoso a medida
que crecen sus dimensiones.
Está compuesta por tallos
fuertes y erectos y por hojas amarillo-verdosas de carácter alterno y exentas
de vello. Sus flores tienen pelitos minúsculos y son de color amarillo, de tamaño
pequeño, con cuatro pétalos ondulados de forma cóncava y racimos en los
extremos. La cápsula que produce el fruto llama la atención por su olor fuerte.
Algunos de sus componentes son el tanino o los glucósidos.