A través del tiempo uno
va viendo los cambios a su alrededor, no solo en las cosas que lo rodean, sino
también en las creencias; así fue sucediendo conmigo, fui cambiando, no solo me
volví adulto, también modifiqué el rumbo de mi sentir religioso.
Como muchos de los que
puedan leer este escrito, yo también nací en el seno de una familia católica y
me crié mamando toda una cultura religiosa, pero con el tiempo, los cambios se
fueron produciendo en mi persona, crecí no solo físicamente, sino mental y
espiritualmente, y a medida que crecía sentía la necesidad de buscar respuestas
a mis interrogantes espirituales, obviamente recurrí a la iglesia.