Este ritual es bueno
hacerlo en noche de luna llena. En una habitación confortable, o cualquier
lugar de la casa se prepara una mesa con un mantel blanco, un recipiente de
agua o una pequeña fuente, nueve velas blancas alrededor de la mesa otro
recipiente con sal marina, romero, comino, polvos de ajo, unas gotas de limón y
un chorrito de alcohol. Se prende fuego a todo los elementos, y nueve veces se
pronuncia estas palabras: Señor libérame del mal que me tiene atrapado/a has
que pueda recuperar mi vida, que toda la energía negativa salga de mi y vuelva
la luz de nuevo. Rezar un padre nuestro y con las cenizas hacerse la cruz en la
frente.
En el aspecto que hemos
ido tratando, existen viejas creencias que enseñan el comportamiento para
defenderse del mal de ojo, y que toman su poder de la magia correspondiente o
por analogía:
--La herradura, clavada en
la puerta de la casa, preserva del mal de ojo.
--La cruz en las puertas
de las casas, protege de todo mal a aquellos que la habitad.
--Los prometidos que temen
el mal de ojo deben llevar en el bolsillo, en una bolsita, tres gramos de sal hasta
que se consuma el matrimonio.
--El llevar turquesas
protege del mal de ojo y de los espíritus malignos.
--El ajo en el bolsillo o
colgado de la puerta preserva del mal de ojo.
--llevar una bolsita de
seda verde con un imán en su interior, te aleja de malos espíritu y mal de ojo