Veremos las descripciones
por orden alfabético, de las piedras curativas utilizadas en el gemoterapia y
todos los síntomas y dolencias sobre los que estas piedras curativas actúan.
Tenga en cuenta que se pueden combinar varias piedras potenciando su efecto y
su poder sobre la persona que las utiliza.
Lleve la piedra con usted
el mayor tiempo posible, colóquela bajo su almohada cuando vaya a dormir, si se
trata de una dolencia física, como por ejemplo, dolor de espalda, dolor de
muela, etc., coloque la gema durante unos minutos en la zona afectada un par de
veces al día. Coloque la piedra dentro de un vaso de agua durante 5 minutos
para que el agua pueda absorber la energía de la piedra, y luego bébase el
agua.
Recuerde también, lavar
todos los días la piedra con agua salada y exponerla al sol para que se
energice.
– Ágata: Irritabilidad por
cosas insignificantes, picaduras de insectos, trastornos intestinales y
digestivos.
– Aguamarina: Ansiedad,
inconstancia afectiva, dolores de espalda.
– Amatista: Trastornos de
la menopausia, enfermedades del aparato reproductor, sentimientos de fracaso.
– Ámbar: Pérdida de la memoria,
falta de concentración, sentimientos de inferioridad, dolor de muelas.
– Coral: Depresión,
hipocondría, falta de confianza, vacilación constante, intoxicación digestiva.
– Cristal de Roca: Falta
de concentración, problemas en la piel.
– Cuarzo: Estados de
ansiedad y nerviosismo, dolor de cabeza localizado principalmente en las
sienes.
– Diamante: Voluntad
débil, falta de energía, autocompasión, mareos, dolor de cabeza.
– Esmeralda: Debilidad
física y mental, sentimientos de envidia y pensamientos negativos en general.
– Granate: Cansancio
visual, timidez, tristeza, irregularidades menstruales.
– Jade: Sentimiento de
intolerancia generalizado, dolor de muelas.
– Lapislázuli: Fiebre,
sinusitis, retraimiento y soledad.
– Malaquita: Inconstancia
emocional, timidez, alergia, vértigo.
– Ojo de gato: Mal de ojo,
debilidad nerviosa, enfermedades uterinas.
– Obsidiana: Sentimientos
de culpa, confusión mental, falta de independencia y espíritu de lucha,
impotencia, frigidez.
– ónix: Shocks nerviosos,
falta de voluntad, desgano, timidez excesiva, falta de comunicación.
– Perla: Debilidad
cardíaca, tensiones nerviosas, estrés, ánimo tenso, sentimiento egoístas,
escepticismo y pesimismo.
– Rubí: Falta de memoria,
estados de melancolía, tristeza o depresión, falta de vitalidad.
– Rutilo: Insomnio,
inhibiciones sexuales, temor a lo desconocido, incomunicación, ausencia de
espontaneidad e iniciativa.
– Topacio: Aislamiento,
imposibilidad de compartir, agotamiento físico y mental, problemas
circulatorios.
– Turmalina: Celos,
somnolencia constante, problemas hepáticos y de vesícula, desarreglos
estomacales, acidez.
– Turquesa: Malhumor,
ausencia de iniciativa, negatividad extrema, indiferencia, problemas de espalda
y columna.
– Zafiro: Insomnio,
pesadillas, estrés, alucinaciones, amnesia, hipertensión.
– Zircón: Problemas
respiratorios, irritación de bronquios, incapacidad de adaptación,
concentración deficiente.
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