La magia utiliza también
los símbolos, formas o imágenes. Dentro de un ritual se emplean como nexo de
unión del resto de elementos. Se pueden utilizar infinidad de símbolos como
pueden ser: el círculo, el centro, la cruz, el cuadrado, la estrella de David,
el trébol de cuatro hojas, etc.
La carga simbólica de
muchos objetos que utilizamos en los rituales es muy importante a la hora de
concentrarnos porque las fuerzas y poderes que representan nos ayudan a la hora
de provocar los cambios deseados.
Existen otro tipo de
elementos que se pueden integrar en los rituales y que ayudan también a la
consecución del fin. Puede ser la música, los sonidos, las oraciones, los
bailes, las canciones, etc. Se utilizan con diversos fines, puede ser para
crear un ambiente relajado y tranquilo, para ayudarnos a la concentración o
ponen énfasis en lo que estamos realizando y tener éxito en nuestros
propósitos. Una música suave, por ejemplo, crea un ambiente sereno que nos
ayuda a concentrarnos; recitar un poema o una oración es una forma de ponerle
voz al deseo. Lo importante es elegir los ingredientes adecuados para crear una
atmósfera agradable.
Los rituales y sus
elementos hay que elegirlos dependiendo del fin que queremos conseguir. Por
ejemplo, si realizamos un ritual con velas elegiremos las velas de un
determinado color en función de aquello que deseamos cambiar o del deseo que
queremos que se cumpla, las colocaremos de una determinada forma en el altar,
las encenderemos en un orden, elegiremos algún otro elemento como puede ser una
planta, una fotografía, etc.